El Papa Francisco habló a los jóvenes argentinos congregados en Brasil…

Ante una multitud que lo esperaba ansiosa tras el anuncio de que oficiaría una misa para los argentinos que viajaron a verlo, el papa Francisco volvió a demostrar su carisma y el porqué del acercamiento genuino que tiene para con los jóvenes y los no tan jóvenes. En Río de Janeiro, tras visitar una de las favelas más peligrosas, ofreció una misa para la delegación argentina (cerca de 40.000 personas) que viajó hasta allí.

En un clima de emoción y euforia, miles de argentinos se encontraron este mediodía con el papa Francisco en la Catedral Metropolitana de Rio de Janeiro, Brasil, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). En su discurso, el sumo pontífice le pidió a los jóvenes “que hagan lío”, dijo que la Iglesia “tiene que salir a la calle” y que “no puede ser una ONG”.

“¿Qué espero de la Jornada? Espero lío, que haya lío, que la Iglesia salga a las calles. Que nos defendamos de la comodidad, que nos defendamos del clericalismo”, enfatizó Francisco.

El Papa pidió especial atención en “los dos extremos de la vida” e hizo hincapié en no licuar la fe: “Pueden tomar un licuado de manzana, un licuado de naranja, pero no tomen licuado de la fe; la fe no se licúa. Es la fe en Jesús”.

Y habló de los jóvenes sin trabajo. “Es una generación que no tiene la experiencia de la dignidad ganada por el trabajo. Los jóvenes tienen que salir a las calles; tienen que hacerse valer”, sentenció.