Es por el equinoccio de septiembre, que ocurrirá el viernes a las 6.05. Durará 89 días y 7 horas.
La estación de las flores comenzará este año con algún retraso: no será el miércoles 21, como cree la mayor parte de la gente, sino el viernes 23, debido a que el equinoccio de septiembre se producirá ese día a las 6.05 hora de la Argentina, dando lugar así a la llegada de la primavera en el hemisferio sur y del otoño en el norte. El año pasado también comenzó en esa fecha, pero a las 0.09 hora local; y el año que viene lo hará un poquito más temprano: el 22, a las 11.49. Pero lo que nunca podrá suceder, según sostienen los especialistas, es que alguna vez lo haga el 21 de septiembre, ya que es astronómicamente imposible.
¿Por qué entonces en la Argentina se ha elegido una fecha imposible para celebrar tanto el Día de la Primavera como el Día del Estudiante? La respuesta de los especialistas es que se debe a un error cometido por una inmigración para nada ilustrada en esas lides y a que así se lo decidió desde 1902, en honor a que los restos repatriados desde el Paraguay de Domingo Faustino Sarmiento, el gran precursor de la estudiantina, llegaron al puerto de Buenos Aires el 21 de septiembre de 1888.
Es que las estaciones no comienzan en fechas fijas, ni duran lo mismo, debido, por un lado, a la inclinación del eje terrestre y a que no hay un ajuste perfecto entre el calendario y el camino del Sol. En el norte, por ejemplo, la primavera dura 92 días y 9 horas, mientras que en el sur apenas alcanza a los 89 días y 7 horas.
“Sucede que los inmigrantes -se explica- que venían de festejarla en Europa los 21 de marzo, no repararon en esto y al llegar aquí cometieron el error conceptual de pasarla al 21 de septiembre, en vez del 22 ó 23. El cambio de estaciones se debe a los equinoccios: en el norte, el de marzo cae siempre entre el 20 y el 21 de ese mes; en cambio, en el sur, el de septiembre ocurre entre el 22 y el 23, nunca el 21”.
Un equinoccio (noche igual) sucede cuando la eclíptica o camino aparente del Sol, traspasa uno de los dos puntos del Ecuador celeste: cero grado de Aries, en marzo; y cero grado de Libra, en septiembre. El equinoccio de Libra es el punto del Ecuador celeste donde el Sol pasa de norte a sur, trayendo la primavera austral y el otoño boreal; a la inversa, en el de Aries, el Sol traspasa el Ecuador de sur a norte, produciendo el otoño austral y la primavera boreal.
Es exactamente en ese momento cuando la noche y el día tienen la misma duración; de allí en más, se irán acortando o prolongando. En las zonas próximas al Ecuador, el día y la noche tendrán 12 horas cada uno; en consecuencia, el Sol aparecerá a las 6, justo sobre el punto cardinal Este, y desaparecerá a las 18, sobre el cardinal Oeste, lo que no ocurre en ningún otro momento del año. Además, sus habitantes verán durante el equinoccio al Sol del mediodía sobre sus cabezas y sus cuerpos no proyectarán sombra.
Esto sucede porque la Tierra gira sobre sí misma con una inclinación de 23,44 grados respecto del eje de su plano orbital; si lo hiciese en forma perpendicular, en las zonas templadas no existirían el invierno ni el verano, y todo el tiempo sería primavera.
Distinto es en los polos, la parte de la Tierra más alejada del Sol: en el equinoccio de septiembre, el Polo Sur pasa de tener una noche de 6 meses, a un día de 6 meses; y el Polo Norte, a la inversa: de un día de 6 meses pasa a una noche de 6 meses.