El 29 de abril de 2009 ocurrió un hecho muy doloroso para los jóvenes padres Mara Martínez y Jhonatan Ruiz, que esperaban con alegría el nacimiento de su primera hija a la cual, desde su tiempo de gestación, llamaron Mía.
Lo cierto es que Mara no se sentía bien y decidió consultar a la ginecóloga, quien ante los riesgos que podía correr la mamá y la bebe, solicitó que se le practique la cesárea, pero el reloj fue marcando el tiempo y cuando se realizó la intervención quirúrgica, ya era tarde, Mía había fallecido.
Los papás, junto a sus familiares, en ese momento tenían elementos que les decían que las cosas no se hicieron bien y que eso había provocado la muerte de la criatura.
Con el asesoramiento de los doctores Marcelo Dileo y Andrea Sánchez, los papás iniciaron una demanda penal contra los profesionales que intervinieron y para ello solicitaron la autopsia del cuerpo que fue practicada en San Nicolás y los resultados fueron la primera evidencia de las mentiras que los profesionales habían comenzado a tejer, dado que el acta de defunción debió ser corregida por el médico forense que realizó la autopsia porque no era justamente el tiempo de gestación que ellos habían indicado a modo de hacer creer que era una criatura prematura, entre otras cosas, Mía murio afixiada por sufrimiento fetal.
Estado de la causa
Lo ciertos es que los abogados patrocinantes de la familia Martinez – Ruiz antes mencionados, constituidos como particulares damnificados en la causa que se tramita en la fiscalía a cargo del Dr. Marcelo Manso, ha comenzado a avanzar y durante la presente semana comenzaron a prestar su testimonio diferentes personas.
Consultada la doctora Andrea Sánchez, se mostró muy esperanzada en cuanto a la marcha de la causa y manifestó que existen probados elementos para imputar delito y llamar a indagatoria. Claro que el paso siguiente será elevar a juicio la causa que fue caratulada como “averiguación de muerte”.
Fuente: El Diario de Baradero
